Te explicamos cómo puedes solucionar muchos dolores y patologías tratando tus vísceras. La idea de globalidad está cada día más integrada en el concepto de cuerpo y salud, ya nadie duda que todo está comunicado en el organismo que conforma una unidad y que lo externo influye sobre lo interno y viceversa, y, por lo tanto, que el origen o la causa de un dolor o enfermedad puede estar lejos del síntoma, en otro sitio, incluso en otro sistema corporal.
Un poco de Anatomía
Sabemos que en el conducto que se conforma en el interior de la columna vertebral se encuentra la médula espinal y de ella salen, entre otros, los nervios autónomos que parten de los agujeros de conjugación entre las vértebras y llegan a los órganos correspondientes –según el nivel vertebral- enviando información neurovegetativa. Pero, a la vez, desde las vísceras parten los nervios aferentes mandando información de su estado a las vértebras y a la médula.
Además de las conexiones por vía nerviosa, encontramos comunicaciones a través de las fascias, el tejido conjuntivo, ya que los órganos está envueltos por este tejido desprendiendo láminas o ligamentos que relacionan a los órganos entre sí y lo conectan con determinadas vértebras, sacro y coxis.
Entre todo esta telaraña de tejidos se hallan las distintas vías circulatorias que llevan los nutrientes y eliminan las toxinas de las vísceras, y que pasan entre ellas de modo que serán influidas por la situación de la situación y el estado de las mismas.
La Mecánica Visceral
Los órganos, como todas las estructuras corporales (vértebra, músculo), tienen un movimiento espontáneo (MRP) y una determinada movilidad o deslizamiento entre sí. Esta movilidad puede afectarse por diferentes causas:
– Adherencias por acumulación de toxinas (alimentación, drogas, alcohol, etc.)
– Alteraciones de la información que llega desde la médula a través de las vértebras
– Cicatrices de todo tipo, incluyendo laparoscopias, que generan adherencias y tensiones muy importantes
– Alteración de la circulación por compresión vascular en su trayecto por otras vísceras, tensiones del diafragma u otros músculos
– etc.
Cuando esta movilidad se restringe o bloquea se verá alterado el funcionamiento orgánico pero, a la vez, afectará otras estructuras por medio de las distintas conexiones que antes mencionamos. Es decir que cuando una víscera altera su funcionamiento puede repercutir de distinta manera sobre la estructura osteo-articular y muscular, según las distintas vías de comunicación:
– El nervio aferente enviará mensajes alterados hacia sus vértebras correspondientes y estas responderán con bloqueos y contractura muscular
– Los ligamentos fasciales generarán tracciones desde la víscera que provocarán disfunciones en la parte de la columna con la que comunican
– Las compresiones circulatorias producirán congestión visceral y esta repercutirá en el nivel vertebral correspondiente
– Las ptosis o caídas de órganos generarán tensiones importantes sobre el sector de la columna que los conecta.
Estas alteraciones o disfunciones de origen orgánico producirán síntomas que se podrán manifestar tanto a nivel visceral como osteo-articular de acuerdo a la acomodación que haga el organismo ante la disfunción que lo está afectando. Los síntomas o sensaciones molestas o dolorosas que manifestamos pueden presentarse muy rápido o mucho tiempo después que se produjo la alteración, esto va a variar en función de las posibilidades de adaptación del organismo. De todos modos, si la disfunción mecánica se mantiene un tiempo sin corregirse dará paso a un progresivo deterioro del órgano o el hueso dando paso a la lesión orgánica, que es la enfermedad que conocemos: artrosis, hernia de disco, gastritis, cálculos renales, etc. En líneas generales, la lesión orgánica es el resultado final de una disfunción mecánica no corregida.
Ejemplo: la pérdida de movilidad del útero va a repercutir en el sacro ya que hay ligamentos que los conectan entre sí; de este modo se afectará la movilidad del sacro afectando a los músculos pélvico-lumbares e irritando al ciático generando dolor lumbar e irradiación hacia la pierna. A esto se agregarán reglas dolorosas o irregulares que aún no presentan causa orgánica. Esta alteración funcional alterará los mecanismos circulatorios en la zona lo que suele aumentar el dolor en la quietud, por ejemplo en la cama o al comenzar a moverse. Tarde o temprano esta disfunción circulatoria va a afectar al órgano produciendo artrosis o hernia de disco en la articulación y miomas, quistes u otras afecciones en el útero.
Algunos problemas Músculo-Esqueléticos de Origen Visceral
– Lumbalgias: muchos malestares y dolores lumbares tienen su origen en alteraciones de la movilidad del riñón que afecta al psoas o por disfunciones del hígado con incidencia sobre el diafragma. Los excesos de toxinas (alimentos, medicamentos, etc.) suelen afectar mucho el funcionamiento de estos órganos.
– Cérvico-braquialgias: los dolores cervicales con irradiación hacia el brazo u hormigueos pueden estar ocasionados por fijaciones en el domo pleural, es decir en los ligamentos que conectan la parte alta de los pulmones con las cervicales bajas. Por esta zona pasan importantes nervios y arterias que van hacia el brazo.
– Dolores de costillas y esternón: estos dolores más palpitaciones, ansiedad, etc. Pueden originarse en bloqueos de movilidad del mediastino y la fascia que recubre al corazón que se comunica por varios ligamentos con estas estructuras y con nervios cérvico-dorsales. Los problemas emocionales suelen afectar la movilidad de esta zona.
– Mareos y cervicalgias: tensiones en diafragma y disfunciones del estómago van a traccionar de la cadena visceral anterior que nace en el cráneo produciendo bloqueos en las primeras cervicales que afectarán el riego sanguíneo y tensiones cérvico-craneales.
– Migrañas, lumbago, defensas bajas: son síntomas que pueden presentarse cuando está alterado el funcionamiento del intestino, sobre todo el colon, por eso es fundamental mantener la movilidad de este órgano y mantenerlo limpio de toxinas.
– Varices y otros problemas circulatorios de las piernas: pesadez, cansancio, retención de líquidos, etc. son síntomas que responden a una alteración funcional en el cuerpo: la mecánica tóraco-diafragmática que afecta el normal funcionamiento de la bomba cardíaca que impulsa la sangre, o tensiones y fijaciones viscerales a nivel pélvico-abdominal bloquearán el normal retorno circulatorio son algunas de las causas de estos problemas.
El Diagnóstico Osteopático
La Osteopatía es una medicina holística que enfoca y trata al cuerpo en todos sus planos: osteo-articular, visceral y cráneo-sacral. Por lo tanto, cualquiera sea el síntoma y su posible causa, siempre exploraremos al organismo globalmente.
En lo que respecta al chequeo del sistema visceral nos basaremos en los siguientes puntos:
– Relación nerviosa vértebra-víscera.
– Relación del órgano con su zona refleja en piel o el dermatoma correspondiente.
– Movilidad y motilidad específica de la víscera que evaluamos.
– Las tensiones víscero-fasciales.
– El MRP de la fascia visceral.
Todo esto nos conducirá a determinar si el origen del problema mecánico es Visceral, osteo-articular o Cráneo-Sacral y así poder tratar el sistema correspondiente y las estructuras involucradas.
La corrección o normalización de las vísceras, que es lo que en este artículo nos ocupa, se logra con técnicas suaves que liberarán las restricciones de la fascia que rodea a las vísceras y modificarán el circuito reflejo que afecta la musculatura lisa de los órganos. De este modo, trabajaremos sobre:
– Ligamentos o mesos que estén retraídos
– La relajación de los esfínteres
– Los diafragmas
– La movilidad y motilidad de cada órgano
– La inervación e irrigación de la víscera
El Tratamiento
Insistimos en la idea de globalidad desde un punto de vista mecánico pero no sólo refiriéndonos al sistema músculo-esquelético sino integrando todos los sistemas corporales a diferentes niveles de profundidad. De ahí que ante cualquier dolencia, patología o sintomatología debemos relacionar los aspectos viscerales, circulatorios, endocrinos, uro-ginecológicos, músculo-esqueléticos, etc., y buscar las causas primarias en todo el cuerpo.
Pensemos que, tal vez, La ciática que padecemos hoy tenga que ver con el esguince de tobillo de hace 5 años, los dolores menstruales -hoy tapados por la píldora- o la operación de apéndice de hace 25 años.
Nuestro trabajo estará destinado a liberar las densidades, restricciones y retracciones de los tejidos a través de técnicas manuales suaves y precisas tendientes a devolver el movimiento alterado en la estructura. Actuamos sobre la motilidad de la víscera, las restricciones fasciales, etc. relacionándolas con sus conexiones mecánicas, nerviosas y circulatorias.
En los problemas de origen visceral es muy importante trabajar sobre los volúmenes corporales. Por eso complementamos nuestros tratamientos con Reeducación De Las Cadenas Musculares Y Gimnasia Hipopresiva.
Desde el concepto de la Osteopatía la causa del problema mecánico estará solucionado cuando el conjunto facial y las Cadenas MioFasciales se muevan libremente y sin restricciones, es decir que todos los sistemas funcionen armónicamente y el paciente haya recuperado la Respiración y la vitalidad.
Comentarios recientes